miércoles, 2 de octubre de 2019

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Vaya vaya... tanto tiempo sin pasarme por aquí, la verdad es que hay una respuesta a esto. Lo principal es que perdí las ganas porque me perdía a mí misma, ¿no me entendéis verdad?

Os lo explico, la vida se trata de parecer copias, a todos los niveles, copias mejores o peores, todas marcadas por el mismo patrón, y cuando se trata de plasmar lo que sientes o lo que piensas, es una mierda ser una copia. Porque no tienes libertad para expresarte cómo quieres, como sientes o como te da la gana. ¿No creéis que todo lo que veis es igual? Todo sigue un patrón, unos colores, un ritmo, una monotonía. Es horrible.

Yo me defino como alguien con múltiples pensamientos, aceres y gustos, depende del día soy o no soy, y me gusta ser así. Por eso no podía escribir, porque cuando escribes lo haces porque te nace soltar una verborrea de sentimientos que te explotan la cabeza, es como cuando te enteras de un súper cotilleo, que no paras hasta contarlo y agrandarlo a la máxima exponencia para que tus amigas se enteren de todo con pelos y señales, pues así soy yo. La máxima exponencia sin filtros que os podáis imaginar. Y por ese motivo, con tanta corrección de estilo en mis reseñas me perdía a mí misma, no digo que nadie me obligase a corregir, sin más, es algo que haces porque crees necesario para encajar o porque es mejor de esta forma o de aquella otra, y al final, el texto sobre papel que en un inicio era tu esencia, deja de serlo.

Digamos que perdí las ganas, es un buen resumen, hay quien pensará que se veía venir, pues sí, es posible, la constancia no es mi apellido y si algo me aburre o no me llena lo dejo, porque no he firmado ningún contrato. Además, respecto a las lecturas que estaba haciendo, ha habido momentos de todo, he seguido leyendo por supuesto, pero también he visto muchas series y como soy como una pulga que no para de saltar, este blog será un pupurri de todo lo que me gusta. 

La última vez que publiqué, estaba leyendo Los Chicos del Calendario, y debo reconocer que aún no he terminado el último libro, el que pone el broche de oro a la elección de Candela y en el que se sabrá cómo queda su historia con Salvador, pero reconozco que me daba tanta pena acabarlo, que lo tengo guardadito esperando un momento mejor para darle su sitio y poder degustarlo como merece.

Y después de esta actualización de mi vida, me despido, que tengáis una buenísima semana :)

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